Un día llego a trabajar a las 9 de la mañana y me encuentro con el auto de la oficina, estacionado en el frontis como es costumbre, con el vidrio lateral trasero roto y, obviamente, sin la radio.
Bueno, qué hacer? O, qué hacer primero?
Lo primero es lo primero, busco en la guía de teléfonos y llamo a la 1° Comisaría de Carabineros, para poder iniciar todo los papeleos para que el seguro se haga cargo. Me contesta un tipo y me dice que el procedimiento correcto es llamar al número de emergencia, para que envíen un “móvil” al lugar, el cuál debe emitir un “informe” para dar inicio a los trámites correspondientes, esperar al fiscal de turno, tomar huellas digitales, etc. Entonces, llamo.
Después de 1 hora por reloj, llega un carabinero a pie, medio colorado por la caminata, mira un poco y dice “no creo que dejaran huellas, así que la verdad le recomiendo que valla a hacer la denuncia a la comisaría no mas...”
Una vez allá, me atendió un paco nuevito, de esos que le queda grande el cuello de la camisa. Tiene que haber sido su primera semana, porque no era muy rápido que digamos, pero amable. Eso si, muy amable. Después de los primero 30 minutos él se ve derrotado por su redacción, y con una astucia que me sorprendió, sacó un archivador con causas anteriores y copió una.
Cerca de las 12:30 estábamos listos, con el número del parte me fui a la oficina de seguros
Pregunto a la secretaria que hacer y me envía a conversar con el encargado, quién me mira con cara de risa. La verdad que eso ya me hizo pensar en que algo andaba mal, mientras le cuento los detalles del “siniestro”, el tipo me ponía una cara de triunfo. Entonces dice:
- su radio era de panel desmontable?
- Si, era.
- Y ... trajo el panel?
- No pues, me lo robaron con la radio.
- Ah, en ese caso, si quiere que le paguemos la radio, debe cancelar 5.5 UF ($90.000.)
- ¿??? Pero si en contrato es por 3 UF ($45.000), porqué tendría que pagar 5 y media?
- Porque en la póliza dice, que en caso de robo de la radio funciona así, ahí dice mire....
Una letra tamaño 5 dice efectivamente dice eso. Entonces uno se siente estafado, pero no tienes derecho ni a pataleo y para más remate, el tipo ese te mira con cara de JA...
Finalmente, me compré una radio nueva y cambié el vidrio, todo lo pagué yo y la compañía de seguros no pagó nada.
¿Qué aprendimos?
1. Cuando te bajes del auto, saca el panel.
2. Si quieres cobrar un seguro por una raya en la pintura, te doy un consejo. Abróchate el cinturón de seguridad, apunta bien y choca con un árbol. No con un poste, porque tendrás que pagarlo igual.
