Uf!, pucha que hace tiempo que no escribo aquí. Y no es necesariamente por no tener que decir. Es un problema de tiempo.
Desde el terremoto han pasado cosas entretenidas, dignas de discutir. Pero me pasa que si no las escribo en el instante, se diluyen en el tiempo y para cuando tengo el tiempo, ya no están.
Podríamos hablar de nuestro nuevo gobierno y la ensalada de errores que se han cometido por no saber cómo se hacen las cosas. Existe una cosa que se llama Burocracia, y no estamos hablando de la tortuga de Mafalda, no. Existe un conducto regular. Muchos de nuestros Ministros - Gerentes no tenían idea en el cachito que se estaban metiendo. Muchos de ellos pensaron que la cosa era llegar y hacer. Pues no. No se pueden hacer cosas así como así. No pues. Hay que llamar a licitación hasta para comprar papel higiénico o gomas de borrar. Concursos de Alta dirigencia pública, para cambiar a unos ineptos por otros, muchas veces también ineptos.
Las buenas ideas, las ideas del cambio van a echar raíces en los escritorios o en cajones, no pudiendo hacerlos andar por falta de la firma de alguien o que se cumpla el tiempo mínimo publicado en chile compra... o que el memorandum llegue a la oficina donde debía llegar.
Toda la buena voluntad que traían los actuales ministros y seremis, se va a ir diluyendo también en un mar de trabas, de reglas, de dificultades, de burocracias.