martes, noviembre 22, 2011

De cambios, de climas...

Toda la vida me a tocado viajar por la Pampa Argentina. Cuando chico vivía en Coyhaique y la ruta más rápida y barata para llegar a Santiago era hacer 2 mil kilómetros cruzando por Balmaceda - Río Mayo - Gobernador Costa - Esquel - El Bolsón - Bariloche - Villa la Angostura - Osorno - Valdivia (después podíamos pasar directo a) - Temuco ... etc... - Santiago. Así es. Toda una odisea. De los 4 mil kilómetros de ida y vuelta casi la mitad eran de ripio, el resto de un muy mal pavimento; en el lado Argentino todo bien, pero en el lado Chileno... una sola e interminable vía con una eterna fila de camiones. Habían trayectos interesantes. Por ejemplo, al cruzar la pampa, o estepa patagonica como prefiero llamarla, siempre existía la posibilidad de ver un ñandú con ñanducitos o huanacos. Eso ayudaba a ser más entretenidas las 10 o 12 horas de trayecto monótono. Luego se terminaban los paisajes esteparios al acercarnos un poco a los Andes y empezaban a haber lagos y lagunas. Muchas veces parábamos a bañarnos en alguna de ellas y acampábamos en alguna playa. Si. Esa era la parte divertida. Luego venía la parte chilena que era una lata. Hace unos días manejé 3.500 kilómetros por la pampa, con otro destino esta vez, y me sorprendió la cantidad de animales que pudimos ver; arañas pollito, piches, chingues, liebres, zorros por montones, huanacos, un puma, carpinchos y ciervos. Nunca vi tantos animales en 30 años. Esta vez los vi todos en un solo viaje. Entonces, uno se pregunta, ¿porqué tantos animales? Los pumas y ciervos en esta época del año deberían estar en las alturas de los andes. Ellos bajan a los valles cuando caen las primeras nieves de los inviernos. ¿Será el calentamiento global? siempre es culpa del calentamiento global ¿Estarían huyendo de un terremoto o de alguna tormenta? ¿Del fin del mundo, quizás? Dándole vueltas a el asunto me inclino a pensar que el problema puede ser causado por los volcanes y sus cenizas, los que han sepultado con sus piedras volcánicas un amplio territorio, dejado sin alimento a los herbívoros de la cordillera, obligándoos a moverse a la pampa y tras ellos, sus depredadores.