Y así no más. El tiempo corre sin parar (puta, media novedad), y el precio del dolar, de la bencina y del cobre en cierta manera nos van dando directrices de cómo estamos.
La bencina
Cuando la bencina subía todos los jueves, todo el mundo esperaba los miércoles para ir a última hora a llenar sus estanques. Las colas se armaban en cosa de segundos para aprovechar hasta el gota más insignificante al mejor precio. Y ahora que bajó, uno pensaría que los conductores de este país si podrían relajar. No pues, ahora las colas no son los miércoles, son los jueves. Para aprovechar al máximo el nuevo escenario de precios, que puro bajan. Igual bien. Pero la pregunta del millón es... ¿Qué cresta pasa con los supermercados? que nos subieron los precios por culpa del precio de la bencina y ahora que ha bajado ¿Qué? Lo mismo con los precios de los pasajes de las micros y colectivos en regiones. En Osorno, por ejemplo, sale una nota de el mandamás del mundillo de los taxis-colectivos y micros varias, diciendo "Nosotros pensamos que nuestro trabajo vale más, y tenemos más gastos operativos así que no vamos a bajar el precio de los pasajes, a pesar de la baja de $140 pesos por litro de las bencinas". Hay que ser bien cara dura. Para subir los precios, todos corren. Para bajarlos, mmmm nos tomamos todo el tiempo del mundo.
Ahora cuentan en el correo de la brujas, que van a bajar de manera importante las tasas de interés del banco central, lo que podría ser interesante para aquellos que tengan alguna capacidad de endeudamiento disponible como para comprar una casa que, teóricamente por la tremenda baja en las ventas y la sobre oferta, podrían tener algún precio favorable. Claro, solo si puedes endeudarte más... aún más... que claramente no es mi caso.
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