Hace tiempo que con unos amigos kayakistas soñamos con hacer travesías memorables.
Después de un rato remando, salir un domingo en la tarde a pasear en kayak por la costanera de Valdivia o dar una vuelta a la Isla Teja ya no es lo mismo. Aunque nunca pierde su encanto.
En esa búsqueda de lugares para conocer y aguas más desafiantes, hemos navegado ríos y lagos de 3 regiones, más algunas travesías en el mar interior entre Hornopirén y Hualaihué, otras de mar más abierto entre Chaihuín, al sur de Corral, y la playa La Misión, ubicada a 12 kilómetros al norte de Niebla.
Así, con estos amigos que a partir de hoy los llamaré "Clandestinos", dimos con la idea de remar un río completo, de origen a fin.
El primero que completamos fue el Río San Pedro (108 kilómetros), que luego se llama Calle Calle y finalmente llega al mar con el nombre de Río Valdivia. Este río tiene la dificultad en los primeros 20 kilómetros tiene una serie de rápidos que son explotados comercialmente por algunas empresas de rafting, por lo que yo tuve que remar en un bote llamado ducky, que es una especie de balsa para novatos con capacidad de una o dos personas, que se rema como un kayak.
Sólo tres clandestinos pudimos bajar ese tramo, uno en una balsa de rafting, otro que tiene más experiencia en su kayak de río y yo en el ducky.
Después, buscando ríos con una dificultad mas manejable y que nos permitan ir con más kayaks de travesía, dimos con la idea de los ríos Rahue, Bueno, Toltén y Palena.
Y así empieza esta historia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario