jueves, julio 22, 2010

De juntas y juntas

Aprovechando el nuevo look de mi viejo blog, quiero comentar una noticia que me parece especialmente importante o trascendente.
Siempre que pienso en Argentina se me viene a la mente políticos chantas y policía corrupta, lindas mujeres y buena carne. Pero hay algunas cosas que los hermanos trasandinos nos dan cancha, tiro y lado.
Una de ellas es en la industria del turismo. Ellos saben cómo sacar provecho de las bellezas naturales, a cuidarlas y a explotarlas. Basta con mirar a Villa la Angostura y sus construcciones en madera y piedra, sus tiendas y restaurantes y mirar hacia el lado Chileno y te encuentras con Entre Lagos (Puyehue), pueblo a orillas del lago del mismo nombre, con vista a volcanes maravillosos, casas de cholguán y zing más que un destino turístico parece una parada de camiones.
Otra cosa es la mirada a largo plazo que tienen, ya sea en políticas de cuidado y conservación del medio ambiente, en lo que a lugares turísticos se refiere, como a la apertura de mente para hacer otras cosas. Por ejemplo, a ellos no les tembló la mano a la hora de juzgar, oportunamente, a los responsables de los crímenes cometidos en dictadura, cosa que en Chile fue imposible. Contentándonos con encarcelar a militares de poca monta, mandos medios y uno que otro pez gordo. Nuestra justicia espero con mucha calma que el principal responsable se muriera tranquilo, antes de hacer nada. Pero eso es otra historia.
Ahora, mientras en Chile discutimos asuntos morales, con fundamentos medievales y extemporáneos. Los Argentinos en cambio, sin mucho alboroto modifican una ley y donde decía "marido y mujer" ahora dice "conyuje 1 y conyuje 2".
En la época de Lincoln la pelea fue contra la esclavitud. Decían que era inmoral, que no eran seres humanos como nosotros, que atentaba contra el patrimonio y la economía...
Después con respecto al voto de las mujeres, de lo que podían o no hacer... o decir. En qué podían trabajar o si podían o no estudiar. Eran ciudadanos de otra clase. era impensable otorgarles los mismos derechos a nosotros, los hombres.
Ahora nos parece insólito aquellas situaciones.
Pero los homosexuales.
Como yo veo las cosas, no tiene importancia nuestra opinión personal, de si estamos a favor o en contra. Lo que importa aquí, es un tema de los derechos civiles de las personas, como ciudadanos.
Todos los habitantes de este país debemos pagar impuestos, respetar las normas de tránsito y varias otras más. Pero no todos tenemos los mismos derechos. No somos iguales, no de la misma categoría.
Eso es lo puntual del asunto. Lo importante. Sin importar si somos católicos, cristianos, moros o romanos. No importa si me gustan o no las mujeres. Tengo los mismos derechos que el de al lado. Debemos ser todos iguales!
Siempre van a haber señores que les moleste este asunto. Tendremos que aprender a respetarnos los unos con los otros.
Pero está bueno ya que pensemos que podemos imponer a los demás nuestra verdad como la única. Esconder las cosas y hacernos los tontos. Esta bueno ya de esta dictadura moral que algunos pocos pretenden imponer.
En Chile tenemos adolescentes que tiene sexo a temprana edad. Tenemos embarazos no deseados. Tenemos parejas de homosexuales o de lesbianas.
Todos tenemos derecho a acceder a anticonceptivos, si es lo que queremos.
Todos tenemos derecho a formar nuestra familia y a hacer todos los esfuerzos para ser felices. Todos.


1 comentario:

Facita dijo...

Matías!!! Que bueno "leerte"! Tanto tiempo!

Respecto de tu post...estoy 100% de acuerdo...creo que la aprobación de esta ley fue un gran paso para la sociedad.

Todos los ciudadanos debemos tener los mismos derechos...y me gustó mucho tu comparación con la discriminación racial y la discriminación contra mujeres que hubo en el pasado.

Saludos desde Santiago!!