En la Patagonia, donde no hay teléfonos, ni señal de celulares más que en el aeropuerto y en las cercanías de las ciudades o pueblos, donde las grandes extensiones hacen imposible el contacto cercano y frecuente con familiares y amigos, existe un medio de comunicación muy especial y efectivo, los Mensajes radiales.
Así a la Hora de Doce, cuando la jornada laboral se ve interrumpida con una precisión increíble, la gente se va a sus ranchitos a preparar un puchero pa’l almuerzo, mientras se ceban unos mates escuchan los Mensajes…
“Mensaje para don Juan Cadagán, en Cero Galera. Se le comunica que lo que usted sabe, salió protestado. Saludos firma… Su hermano Pedro.”
“Mensaje para don Tito Pardo, en Alto Río Cisnes, Papi, espérame en el cargadero con la vaca de mi suegra para llevarla a la feria. Saludos firma, tu hija que te quiere”
Estos Mensajes se repiten en tres horarios, muy temprano en la mañana, a eso de las 6:30 o 7, a la hora de doce y en la tarde, antes de las rancheras.
Si te mandan un mensaje, más de algún vecino va a ir a avisarte, por si no estabas en la radio a la hora de los mensajes y para aprovechar de “mentir” un rato tomando unos amargos…
2 comentarios:
No entendí mucho esa costumbre pero suena de lo más maravillosa.
Me encantaría ir a la Patagonia!... Es el lugar de Chile que me falta (y la Antártica, claro).
Son mensajes enviados por las radios AM. Es la única manera de comunicarte con pobladores de lugares aislados. En la Patagonia, son toda una institución.
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