sábado, octubre 07, 2006

Último día en Chicago

Último día en Chicago. Muchas cosas que hacer y ver, pero poco tiempo.

Así que salimos lo más temprano que pudimos; teníamos que entregar las piezas y armar las maletas, recuperarnos de la salida de la noche anterior que fue muy buena.

Primero nos fuimos a escuchar a la Orquesta Filarmónica de Chicago. Realmente fuera de serie. Escuchamos a Matthias Goerne, Barítono y después la décima sinfonía de Shostakovich. Obviamente nos sentamos casi en la última fila. Después nos fuimos a The House of Blues, un bar grande con música en vivo. Nos tocó ver a unos negros que tocaban y cantaban increíble, la gente bailaba y gritaba. En un intermedio un gringolio medio borrachín empezó a gritar que su polola, mujer y/o acompañante estaba de cumpleaños. Al minuto después caminaba por entre las mesas con la mina al hombro. 20 segundos después de eso llegaron tres gorilas, tal cual en las películas, lo agarraron de un ala y se lo llevaron con mina al hombro y todo.

Mi compañero de pieza prácticamente no toma, pero hoy se le soltaron las trenzas y se tomo un Jack Daniels y medio. Podrán imaginarse el resto. Un Japonés bailando Soul es lo último que esperaba ver, nos reímos mucho.

A las 10 de la mañana nos juntamos en el loby y nos fuimos al Museum Campus. Yo me quería ir al Shedd Aquarium y el resto prefirió en Field Museum, que queda cruzando la calle.

El acuario tiene peces de agua dulce y de mar, tortugas, lagartos, dragones, tiburones y delfines, con show incluido, en fin. De todo y de todos los rincones del planeta.

Luego nos juntamos afuera y nos fuimos a almorzar al China Town. Después de almuerzo nos fuimos al Navy Pier y tomamos un tour arquitectónico de 75 minutos por los ríos de Chicago. Mientras esperábamos para tomar el bote, me acordé de Valeria y me subí a la famosa Rueda de Chicago. Valió la pena.

El tour se atrasó y a penas llagamos a la hora al Hotel. Tuvimos que tomar un taxi en vez del troley, que además de ser más bonito es gratis, pero llegamos, justo a las 5 para tomar el bus de vuelta. Pero, este se atrasó y llego una hora tarde. Los Chilenos nos sentíamos en casa.

Ahora ya estamos de vuelta en nuestros departamentos en Orchard Down y la verdad que es bueno poder descansar un rato.

Esta semana solo tenemos que asistir a algunas clases y visitaremos a una sola biblioteca. Ya la próxima empezamos con los últimos viajes. Tenemos que ir a Springfield, hogar de Homero y además de Lincoln, a Ohio y a mi me toca volver a Chicago por tres días a una Biblioteca de un High School. Voy a tener que hablar en unas clases de español sobre Chile. Creo que son 4 o 5 clases, de 50 minutos cada una. Para hablar nunca he tenido problemas, así que piola.

2 comentarios:

Arturo Santanac dijo...

que buena la del japonés bailando soul!!!


saludos!

suerte

valeria dijo...

viva la rueda!!!