Dialogos diplomáticos

Hace rato que no se que escribir. Es como si alguien apago mi procesador de texto interior, y simplemente no sale nada. Nada de nada.
Empecé a escribir de la tormenta que aqueja al centro sur de Chile, y quise contarles del tipo que salió ayer en las noticias andando en moto de agua por las calles de Concepción, supongo, pero no pude, no funcionó.

También quise contarles de mi versión política del cuento, pero no prospero.
Más tarde quise analizar los primeros meses de gobierno de la Bachelet. Este es un tema digno, interesante. Pero no por el tema en si, claro, si por los distintos puntos de vista que podrían aflorar… Alguien podría decir que lo ha hecho pésimo. Otros que ha tenido mala suerte y le han tocado unos meses muy duros. Alguno podría opinar que ha hecho las cosas bien. Podríamos decir también que los problemas que ha tenido que manejar son de responsabilidad de administraciones anteriores o externas, porque ¿Qué culpa puede tener nuestra Presidente(a) que los Argentinos no cumplan contratos, ni honren acuerdos o simplemente no les importe la famosa “integración”? No importa, la oposición de turno nos explicará más tarde por que ella es la responsable. Quizás si lo es… ya no sé.
Nuestros vecinos hacen, deshacen y Chile, fértil provincia sigue sin reaccionar. O es por ineficientes o porque nos creemos el cuento. El cierto hecho que Chile debería priorizar las buenas relaciones que el barrio antes que con el resto del mundo se complica mucho cuando nuestros vecinos son tan poco serios.
Ayer sale en televisión un ministro diciendo “los canales de diálogo con Argentina siguen abiertos…”
¿Qué hacer?