lunes, agosto 31, 2009
De google y otras familias...
viernes, agosto 28, 2009
De gente y gente
martes, agosto 25, 2009
Dicen que en el sur llueve...
jueves, agosto 13, 2009
De Chilenos varios
En primer lugar, nadie sabe nada de lo que pasa. Por las noticias vemos a un atado de encapuchados tirando piedras a unos pacos de fuerzas especiales con cascos y escudos que se ven completamente fuera de lugar. Vemos que queman casas y galpones. Pero los que vivimos relativamente lejos, no sabemos lo que ocurre, que quieren, que hace el estado al respecto si es que hace algo, quienes son víctimas y quienes victimarios.
El tiempo pasa, la cosa no termina y nos olvidamos. Una vez cada tanto vuelve a salir en las noticias, pero ya no nos importa mucho, ya no es tema.
Pero insisto, ¿Qué es lo que pasa ahí realmente??
Sin saber leer ni escribir uno puede ver una serie de cosas.
Para empezar, el pueblo Mapuche lleva muchos años pidiendo una solución a una serie de asuntos que los aquejan. Pero más allá del problema de fondo, que si tienen o no razón en su petitorio, queda claro un manejo deficitario por parte de los distintos gobiernos en la búsqueda de soluciones. Hace mucho ya que el estado de Chile espera a que los problemas revienten antes de tomar acciones, en vez de tratar de evitar las crisis, las esperan sentados. El problema es que entonces, ya las posturas son más extremas y más duras, por lo tanto mucho más difíciles de ser solucionados, sin considerar los costos políticos que ellos significan. ¿Pero si las autoridades no nos dan boleto? ¿Qué hacemos? Si pedimos soluciones y nadie nos pesca, ¿Qué? Los partidos políticos nos imponen a los candidatos y, aunque no votes por ellos, salen electos igual.
Pero tampoco es aceptable que grupos de ciudadanos, ya sean Mapuches o no, se organicen para realizar ese tipo de atentados contra las personas. Porque en el momento en que atacan casa y las queman, se encapuchan para no ser reconocidos son, completa y absolutamente un grupo de terroristas, con todas sus letras. También hay que considerar que atacan a personas que no son culpables de nada. Muchos de ellos son propietarios legales de sus tierras por varias generaciones y no son culpables de nada. Y muy importante también, no son todos los Mapuches. Uno tiende a generalizar, pero son un par de pelotudos no más. Cómo los del Lumpen en Santiago.
Todo esto hace impresentable que después de 9 o 10 años de ataques, en algunos casos mucho en más, el estado Chileno no haya podido hacer algo al respecto. Han permito que esto se les escape de las manos y miran para otro lado. Pero hay que hacer algo, por ejemplo… nuestras fuerzas armadas están para protegernos de enemigos externos o internos y si un grupo de compatriotas no quieren entender por la razón, deberían entender por la fuerza, como reza nuestro emblema nacional. Si no nos entendemos por las buenas, entendámonos por las malas. Pero entendámonos.
Eso sí, no hay que olvidar que hemos llegado a este extremo por culpa de la ineficiencia del estado en el manejo de no sólo esta, si no que de prácticamente todas las situaciones complicadas.
miércoles, agosto 12, 2009
De políticos, puchos y porros
Los políticos de este país siguen dándonos una muestra de su nivel.
Además de la inconsecuencia a la que han caído los presidenciables, en decir por un lado que nos víctimas de una campaña sucia, que son atacados por cosas del pasado y se defienden diciendo que los antecedentes son públicos, pero les pagan a sus contrincantes con exactamente la misma moneda, los mismos ataques, la misma suciedad, el mismo olor.
Seguimos sin tener idea que proponen o que piensan hacer, si van por lo mismo o van a cambiarlo todo. Pero de políticas públicas, sociales, económicas, salud, educación, estrategias contra la delincuencia nada de nada.
Y qué pasa con el abuso del que estamos siendo víctimas por parte de algunos pelmazos de pensamientos extremistas que por alguna razón creen que pueden decirnos qué pensar, que podemos hacer con nuestro cuerpo. Si queremos fumar, salir a correr, si queremos comer sano o comer grasas saturadas puras, con frituras y miles de calorías, es problema nuestro. El estado debe cumplir su rol informativo, hacernos saber los riesgos que corremos, pero la decisión final debe ser nuestra. Nuestra libertad termina, por definición, donde empieza la del otro y es por esta premisa que deben dejar que las personas decidan lo que quieren hacer con sus vidas y con sus cuerpos.
No se trata de apoyar el aborto y de tener una posición pro drogas. No es el punto. Muchas drogas generan delincuencia y violencia. Hay drogas legales, que podemos comprar en la esquina que son mucho más peligrosas que otras no permitidas. Por ejemplo, busquen en el google cuántas personas mueren al año producto del consumo de alcohol y cuánta se muere de cáncer, pero no hay información sobre muertes atribuibles al consumo de marihuana y no porque nadie las publicara, simplemente porque no se producen.
Hace poco se publicó en Inglaterra una estadística que afirmaba que se morían 30 mil personas por año por culpa del consumo de la María Juana. Poco tiempo después debieron corregir el dato, pues era falso.
Un atado de diputados extremistas pueden se presentan al tribunal constitucional para impedir la entrega de una píldora que en todo estudio científico serio se ha mostrado y demostrado no tiene efectos abortivos, sin embargo ellos tienen la "convicción" de que si lo es. Entonces, todos los demás, moros y cristianos, debemos sucumbir ante su moralidad suprema. Me parece inaceptable.
Entonces hay una inconsecuencia social súper compleja, porque tomarse un trago en este país no tiene nada de malo, la cantidad de plata que se genera por ese ítem es tremendo y es prácticamente imposible pensar en la posibilidad de prohibir la venta del trago o de los puchos, pero nuestros políticos no tienen ni un problema en permitir la venta de drogas mezclada con cualquier cosa en las esquinas de los colegios.
lunes, agosto 03, 2009
De vagos y vagonetas
Las personas sin hogar, siempre pueden ser bienvenidos en el hogar de cristo, donde los espera una cama y un plato de comida caliente. Otros pueden, eventualmente, ser salvados por un alma caritativa que le puede dar trabajo o las herramientas para salir adelante. Además está el papá fisco que, en algún momento tendría que hacerse cargo de ellos creando un ministerio o algo así que les encanta a los políticos, que además crea empleos y cupos para que se repartan entre los partidos.
Pero los pobres perros corren con desventaja.
Yo creo que la solución para perros vagos es, primero crear un registro único de perros, apoyados con el club de perros, de los criadores y coordinado por el SAG, por un tema de cobertura. Luego, con perreras que se ocupen de atrapar a los perros vagos en las ciudades y puedan contactar a sus dueños y devolver a los perros perdidos. Aquí tendría que existir un sistema como en los seguros de los autos, que cuando se te pierda el perro des aviso a carabineros y te entreguen un papelito. Sin el certificado aquel, debería existir una multa o un parte a los dueños, por parte de un Juez de Policía Local.
A aquellos que no tienen dueño, una buena campaña de adopción que nos permita crear conciencia en las personas y sea una opción, como lo es en otros países, de adquirir y elegir una mascota crecida, ahorrándote la lata de criar un perro; de la séxtuple, la óctuple, las gotitas, enseñarle a no hacerse en la casa, a no comerse los muebles, a no cagarse en tu cama o en tu sillón. Los perros grandes aprenden eso en una tarde y los recogidos son, eternamente, más fieles, leales, inteligentes y agradecidos.
Perros vagabundeando por las ciudades son un foco de infecciones para las personas y para otras mascotas. Además hay otros que muerden y pueden transmitir enfermedades. Yo he visto que incluso generan accidentes de autos. Hace poco vi un choque donde un perro que corría al lado de un auto tratando de morder las ruedas desconcentró a la mujer que manejaba y chocó de frente con un poste, para no atropellarlo. Otros rompen las bolsas de basura que se dejan en las calles para ser recogidas en busca de comida. Sin ni siquiera pensar en los distintos males que los aquejan; perros heridos, que sobreviven atropellos y si quedan vivos se curan solitos no más, a la que te criaste.
A mi me encantan los perros y tengo tres, mis viejos dos y mi hermano mayor que vive en un campo en Coyhaique tiene más de veinte. (Harto más) Tiene unos para trabajar con animales o mover ganado, otros para cazar faisanes y otros tantos para cazar jabalíes. Creo que cómo sociedad debemos hacernos cargo de los perros “huérfanos” y agotar todas las posibilidades. Pero una vez en ese caso, debemos hacernos cargo también. Si nadie los quiere adoptar, nadie va a pagar por sus comidas y vacunas. Entonces tenemos que tener una opción terminal.