lunes, agosto 31, 2009

De google y otras familias...

Ok, lo reconozco. Públicamente acepto los cargos. Soy fanático de google y su familia de aplicaciones. Les cuento porqué.
Te puedes inscribir fácilmente. Antes, te tenía que invitar alguien. Ahora puedes llegar a inscribirte. Los pasos son los típicos y listo. Ya tienes una cuenta de correos con una capacidad de más
de 7 gygas de capacidad; puedes mandar correos de hasta 25 megas, puedes personalizar el buzón a tu pinta, etc.
Lo interesante es que con esta cuenta, tienes acceso a un mundo de posibilidades y quiero contarles de algunas, para que se entretengan.
Es una agenda digital, donde tu puedes organizar tu tiempo e ingresar distintas actividades, como reuniones, cumpleaños, viajes, aniversarios, etc. Tu seleccionas si es todo el día (cumpleaños) o si ocurre en un cierto horario. Además puedes poner el lugar físico donde se realizará dicha cita. Debes poner la dirección completa, por ejemplo José Thomás Rider 976, Providencia. Entonces, vas a poder acceder a Google Maps y te mostrará donde queda e
exactamente tu reunión.
Pero eso no es todo. Puedes configurar un sistema de recordatorios con tres opciones.
La primera opción es una ventana emergente, que funciona siempre que tengas una ventana abierta en algún producto google.
La segunda opción es un mensaje de correo a tu cuenta de Gmail.
Y la tercera, que es la mejor, funciona así. Te metes a configuración y luego a Mobiles. Entonces metes tu número de celular (+56912345678) y te llega un mensaje de texto con un código, el cuál metes ahí.
Ahora tienes relacionada tu agenda con tu celular y Google Calendar te enviará mensajes de texto gratis para recordarte de tus citas. Tu configuras al crear un evento cuanto antes quieres que te envíen el aviso.
Incluso si tienes la posibilidad de navegar en Internet desde el celular, podrás ver el mapa en tu celular, lo que me lleva al Google Maps.

Es lo más parecido a un GPS. Esta aplicación te permite encontrar direcciones en un mapa. Simplemente la escribes en la barra de búsqueda y te muestra donde queda.
Además puedes pinchar en donde dice Cómo llegar, poner la dirección donde te encuentras en A, y donde quieres ir en B, seleccionas la opción Auto o A pie, pinchas en buscar y listo.
El resultado en una linea que te marca el recorrido que debes hacer sobre el mapa, respetando el sentido del transito en el caso de ir en auto, y la ruta más corta si vas a pie. Te dice aproximadamente la distancia entre los puntos y una estimación del tiempo que te llevará llegar a tu destino. Además de las indicaciones en una imagen, te las da también en palabras.
Otra cosa que puedes hacer es publicar datos de tu negocio. Por ejemplo, busca google maps, y en la barra de búsqueda de esa página escribe Centro Lector Osorno.

Bueno, espero que esto sea de utilidad. Más adelante vendrá picassa, google reader y algo más




viernes, agosto 28, 2009

De gente y gente

Hace tiempo que peleé con un amigo.
Me decepcionó algo que hizo o que dejó de hacer. No era algo muy importante, pero era algo que no se hace.

A medida que crecemos nuestras vidas se van complicado; con un matrimonio o con alguna relación que absorbe nuestro tiempo, el trabajo, los hijos, la casa, el repentino gusto que nos da a los hombres por ver las noticias, un aperitivo o la copa de vino que te inutilizó una tarde entera del fin de semana (porque tuviste la necesidad de dormir siesta en vez de hacer algo más productivo), en fin. Todas estas actividades hacen que cada vez nos veamos menos con los amigos.
Con los que te juntas más, lo haces porque hay algunas afinidades, tienes un tiempo ibre disponible en común y a veces una cercanía física. Todo es confabula para que te juntes más o menos con ese grupo de gente.
Para mi, lo más importante es la afinidad. Es poder conversar y arreglar el mundo. Si bien no essignificativo pensar igual en política o religión, si es trascendental compartir ciertos principios, como el poder confiar y contar con las personas.
Sentir que si tu eres leal y confiable, no tienes porque esperar menos que eso.



martes, agosto 25, 2009

Dicen que en el sur llueve...

Hace tiempo atrás íbamos en una cabalgata en Coyhaique y derrepente se puso a llover. Entonces uno de los clientes me miró con cara de pregunta.
-No se preocupe, dije yo. Es sólo una nuvada.
-¿Si? dijo el.
-Si. Afirme con seriedad. En dos o tres semanas deja de llover.
Nos reímos...
y nos mojamos el viaje completo.

A mi nunca me ha molestado el clima. Cuando chico vivíamos en un campo en Coyhaique y siempre hicimos las mismas cosas sin importar si llovía o nevaba. Siempre te podías abrigar o poner una manta y siempre, siempre había un fuego prendido en la casa.
Años después me vine a vivir a Osorno y pucha que llueve, pero hasta en los peores diluvios llegábamos todos a los entrenamientos de rugby, por ejmplo. Claro, no hay nada más rico que jugar rugby en el barro. Lo incómodo es cuando el barro se te mete en los ojos, porque como no tienes ni un dedo limpio, te quedas tuerto o ciego para siempre no más.
Ahora que trabajo en una oficina, el sonido de la lluvia golpeando la ventana y en el techo relaja. Claro que después de tres días sin parar, se suman un par de goteras a la orquesta.



jueves, agosto 13, 2009

De Chilenos varios


Era raro que no se hubiera muerto alguien antes en el conflicto de la Araucanía.

En primer lugar, nadie sabe nada de lo que pasa. Por las noticias vemos a un atado de encapuchados tirando piedras a unos pacos de fuerzas especiales con cascos y escudos que se ven completamente fuera de lugar. Vemos que queman casas y galpones. Pero los que vivimos relativamente lejos, no sabemos lo que ocurre, que quieren, que hace el estado al respecto si es que hace algo, quienes son víctimas y quienes victimarios.

El tiempo pasa, la cosa no termina y nos olvidamos. Una vez cada tanto vuelve a salir en las noticias, pero ya no nos importa mucho, ya no es tema.

Pero insisto, ¿Qué es lo que pasa ahí realmente??

Sin saber leer ni escribir uno puede ver una serie de cosas.
Para empezar, el pueblo Mapuche lleva muchos años pidiendo una solución a una serie de asuntos que los aquejan. Pero más allá del problema de fondo, que si tienen o no razón en su petitorio, queda claro un manejo deficitario por parte de los distintos gobiernos en la búsqueda de soluciones. Hace mucho ya que el estado de Chile espera a que los problemas revienten antes de tomar acciones, en vez de tratar de evitar las crisis, las esperan sentados. El problema es que entonces, ya las posturas son más extremas y más duras, por lo tanto mucho más difíciles de ser solucionados, sin considerar los costos políticos que ellos significan. ¿Pero si las autoridades no nos dan boleto? ¿Qué hacemos? Si pedimos soluciones y nadie nos pesca, ¿Qué? Los partidos políticos nos imponen a los candidatos y, aunque no votes por ellos, salen electos igual.

Pero tampoco es aceptable que grupos de ciudadanos, ya sean Mapuches o no, se organicen para realizar ese tipo de atentados contra las personas. Porque en el momento en que atacan casa y las queman, se encapuchan para no ser reconocidos son, completa y absolutamente un grupo de terroristas, con todas sus letras. También hay que considerar que atacan a personas que no son culpables de nada. Muchos de ellos son propietarios legales de sus tierras por varias generaciones y no son culpables de nada. Y muy importante también, no son todos los Mapuches. Uno tiende a generalizar, pero son un par de pelotudos no más. Cómo los del Lumpen en Santiago.

Todo esto hace impresentable que después de 9 o 10 años de ataques, en algunos casos mucho en más, el estado Chileno no haya podido hacer algo al respecto. Han permito que esto se les escape de las manos y miran para otro lado. Pero hay que hacer algo, por ejemplo… nuestras fuerzas armadas están para protegernos de enemigos externos o internos y si un grupo de compatriotas no quieren entender por la razón, deberían entender por la fuerza, como reza nuestro emblema nacional. Si no nos entendemos por las buenas, entendámonos por las malas. Pero entendámonos.

Eso sí, no hay que olvidar que hemos llegado a este extremo por culpa de la ineficiencia del estado en el manejo de no sólo esta, si no que de prácticamente todas las situaciones complicadas.

miércoles, agosto 12, 2009

De políticos, puchos y porros


Los políticos de este país siguen dándonos una muestra de su nivel.

Además de la inconsecuencia a la que han caído los presidenciables, en decir por un lado que nos víctimas de una campaña sucia, que son atacados por cosas del pasado y se defienden diciendo que los antecedentes son públicos, pero les pagan a sus contrincantes con exactamente la misma moneda, los mismos ataques, la misma suciedad, el mismo olor.

Seguimos sin tener idea que proponen o que piensan hacer, si van por lo mismo o van a cambiarlo todo. Pero de políticas públicas, sociales, económicas, salud, educación, estrategias contra la delincuencia nada de nada.

Y qué pasa con el abuso del que estamos siendo víctimas por parte de algunos pelmazos de pensamientos extremistas que por alguna razón creen que pueden decirnos qué pensar, que podemos hacer con nuestro cuerpo. Si queremos fumar, salir a correr, si queremos comer sano o comer grasas saturadas puras, con frituras y miles de calorías, es problema nuestro. El estado debe cumplir su rol informativo, hacernos saber los riesgos que corremos, pero la decisión final debe ser nuestra. Nuestra libertad termina, por definición, donde empieza la del otro y es por esta premisa que deben dejar que las personas decidan lo que quieren hacer con sus vidas y con sus cuerpos.

No se trata de apoyar el aborto y de tener una posición pro drogas. No es el punto. Muchas drogas generan delincuencia y violencia. Hay drogas legales, que podemos comprar en la esquina que son mucho más peligrosas que otras no permitidas. Por ejemplo, busquen en el google cuántas personas mueren al año producto del consumo de alcohol y cuánta se muere de cáncer, pero no hay información sobre muertes atribuibles al consumo de marihuana y no porque nadie las publicara, simplemente porque no se producen.

Hace poco se publicó en Inglaterra una estadística que afirmaba que se morían 30 mil personas por año por culpa del consumo de la María Juana. Poco tiempo después debieron corregir el dato, pues era falso.

Un atado de diputados extremistas pueden se presentan al tribunal constitucional para impedir la entrega de una píldora que en todo estudio científico serio se ha mostrado y demostrado no tiene efectos abortivos, sin embargo ellos tienen la "convicción" de que si lo es. Entonces, todos los demás, moros y cristianos, debemos sucumbir ante su moralidad suprema. Me parece inaceptable.

Entonces hay una inconsecuencia social súper compleja, porque tomarse un trago en este país no tiene nada de malo, la cantidad de plata que se genera por ese ítem es tremendo y es prácticamente imposible pensar en la posibilidad de prohibir la venta del trago o de los puchos, pero nuestros políticos no tienen ni un problema en permitir la venta de drogas mezclada con cualquier cosa en las esquinas de los colegios.

lunes, agosto 03, 2009

De vagos y vagonetas

Mirando por ahí encontré un artículo sobre personas y perros vagabundos, publicado en Blogópolis, la ciudad de los blogs. Pincha aquí para acceder

Y creo que aquí, los más desvalidos son los perros.

Las personas sin hogar, siempre pueden ser bienvenidos en el hogar de cristo, donde los espera una cama y un plato de comida caliente. Otros pueden, eventualmente, ser salvados por un alma caritativa que le puede dar trabajo o las herramientas para salir adelante. Además está el papá fisco que, en algún momento tendría que hacerse cargo de ellos creando un ministerio o algo así que les encanta a los políticos, que además crea empleos y cupos para que se repartan entre los partidos.

Pero los pobres perros corren con desventaja.

Yo creo que la solución para perros vagos es, primero crear un registro único de perros, apoyados con el club de perros, de los criadores y coordinado por el SAG, por un tema de cobertura. Luego, con perreras que se ocupen de atrapar a los perros vagos en las ciudades y puedan contactar a sus dueños y devolver a los perros perdidos. Aquí tendría que existir un sistema como en los seguros de los autos, que cuando se te pierda el perro des aviso a carabineros y te entreguen un papelito. Sin el certificado aquel, debería existir una multa o un parte a los dueños, por parte de un Juez de Policía Local.

A aquellos que no tienen dueño, una buena campaña de adopción que nos permita crear conciencia en las personas y sea una opción, como lo es en otros países, de adquirir y elegir una mascota crecida, ahorrándote la lata de criar un perro; de la séxtuple, la óctuple, las gotitas, enseñarle a no hacerse en la casa, a no comerse los muebles, a no cagarse en tu cama o en tu sillón. Los perros grandes aprenden eso en una tarde y los recogidos son, eternamente, más fieles, leales, inteligentes y agradecidos.

Perros vagabundeando por las ciudades son un foco de infecciones para las personas y para otras mascotas. Además hay otros que muerden y pueden transmitir enfermedades. Yo he visto que incluso generan accidentes de autos. Hace poco vi un choque donde un perro que corría al lado de un auto tratando de morder las ruedas desconcentró a la mujer que manejaba y chocó de frente con un poste, para no atropellarlo. Otros rompen las bolsas de basura que se dejan en las calles para ser recogidas en busca de comida. Sin ni siquiera pensar en los distintos males que los aquejan; perros heridos, que sobreviven atropellos y si quedan vivos se curan solitos no más, a la que te criaste.

A mi me encantan los perros y tengo tres, mis viejos dos y mi hermano mayor que vive en un campo en Coyhaique tiene más de veinte. (Harto más) Tiene unos para trabajar con animales o mover ganado, otros para cazar faisanes y otros tantos para cazar jabalíes. Creo que cómo sociedad debemos hacernos cargo de los perros “huérfanos” y agotar todas las posibilidades. Pero una vez en ese caso, debemos hacernos cargo también. Si nadie los quiere adoptar, nadie va a pagar por sus comidas y vacunas. Entonces tenemos que tener una opción terminal.