miércoles, agosto 12, 2009

De políticos, puchos y porros


Los políticos de este país siguen dándonos una muestra de su nivel.

Además de la inconsecuencia a la que han caído los presidenciables, en decir por un lado que nos víctimas de una campaña sucia, que son atacados por cosas del pasado y se defienden diciendo que los antecedentes son públicos, pero les pagan a sus contrincantes con exactamente la misma moneda, los mismos ataques, la misma suciedad, el mismo olor.

Seguimos sin tener idea que proponen o que piensan hacer, si van por lo mismo o van a cambiarlo todo. Pero de políticas públicas, sociales, económicas, salud, educación, estrategias contra la delincuencia nada de nada.

Y qué pasa con el abuso del que estamos siendo víctimas por parte de algunos pelmazos de pensamientos extremistas que por alguna razón creen que pueden decirnos qué pensar, que podemos hacer con nuestro cuerpo. Si queremos fumar, salir a correr, si queremos comer sano o comer grasas saturadas puras, con frituras y miles de calorías, es problema nuestro. El estado debe cumplir su rol informativo, hacernos saber los riesgos que corremos, pero la decisión final debe ser nuestra. Nuestra libertad termina, por definición, donde empieza la del otro y es por esta premisa que deben dejar que las personas decidan lo que quieren hacer con sus vidas y con sus cuerpos.

No se trata de apoyar el aborto y de tener una posición pro drogas. No es el punto. Muchas drogas generan delincuencia y violencia. Hay drogas legales, que podemos comprar en la esquina que son mucho más peligrosas que otras no permitidas. Por ejemplo, busquen en el google cuántas personas mueren al año producto del consumo de alcohol y cuánta se muere de cáncer, pero no hay información sobre muertes atribuibles al consumo de marihuana y no porque nadie las publicara, simplemente porque no se producen.

Hace poco se publicó en Inglaterra una estadística que afirmaba que se morían 30 mil personas por año por culpa del consumo de la María Juana. Poco tiempo después debieron corregir el dato, pues era falso.

Un atado de diputados extremistas pueden se presentan al tribunal constitucional para impedir la entrega de una píldora que en todo estudio científico serio se ha mostrado y demostrado no tiene efectos abortivos, sin embargo ellos tienen la "convicción" de que si lo es. Entonces, todos los demás, moros y cristianos, debemos sucumbir ante su moralidad suprema. Me parece inaceptable.

Entonces hay una inconsecuencia social súper compleja, porque tomarse un trago en este país no tiene nada de malo, la cantidad de plata que se genera por ese ítem es tremendo y es prácticamente imposible pensar en la posibilidad de prohibir la venta del trago o de los puchos, pero nuestros políticos no tienen ni un problema en permitir la venta de drogas mezclada con cualquier cosa en las esquinas de los colegios.

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